México.- 30 de octubre de 2018 www.cibelae.net La Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y CODERE México presentan en conjunto el libro De la suerte, el juego y otros azares, la primera encuesta nacional en su tipo realizada acerca de las percepciones sociales de los juegos de azar en México.
Este estudio analiza el juego como actividad social y se aproxima a los rasgos de los jugadores, sus actitudes, hábitos y prácticas. Se ocupa también de las nuevas modalidades del juego que se desarrollan con la irrupción de las tecnologías modernas, como es el juego en línea. El estudio se orienta también a la vinculación de estos elementos con la predisposición al juego. Un propósito adicional de la investigación fue el de captar las tendencias hacia el juego problemático.
Coordinado por la maestra Julia Isabel Flores Dávila, Jefa del departamento de investigación aplicada y opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el libro presenta la diversidad y apertura de estilos de vida y de pensamiento que caracterizan a la sociedad mexicana de la actualidad.
“Producir análisis de alta calidad, basados en datos confiables, contribuye a conformar una visión de la sociedad mexicana en el tiempo; hace posible conocer en qué punto nos encontramos, así como medir el logro de los objetivos planteados en la política pública”, comenta la maestra Flores Dávila.
“De la suerte, el juego y otros azares pretende recoger el pensamiento de la sociedad mexicana en un punto de inflexión y convertirlo en un ejercicio de pedagogía colectiva”, menciona la maestra Julia Isabel Flores Dávila.
Así, los datos más interesantes que revela esta investigación son:
El grupo de edad que más cree más en la suerte es el de 25 a 34 años y también los de 65 o más; esta creencia disminuye conforme aumenta la escolaridad.
Las personas del sexo masculino son quienes apuestan con mayor frecuencia, al igual que quienes tienen nivel escolar de licenciatura o posgrado, y aquellos que perciben más de ocho a 10 salarios mínimos de ingreso familiar.
Dos de cada 10 entrevistados (20.9%) indicaron que sí acostumbran apostar y cerca de ocho de cada 10 (78.4%) señalaron no hacerlo.
El 0.8% de los encuestados señaló que sí está registrado en alguna página de apuestas por internet; por cierto, este sector tiene un perfil definido: son personas adultas jóvenes en el grupo de edad de 25 a 34 años, las que tienen licenciatura o posgrado y las que obtienen un ingreso individual más alto.
El 31.5% y 54.6% estuvieron en desacuerdo o muy en desacuerdo con las frases: Los juegos de apuesta son para la gente ociosa y Apostar es un pecado. Así pues, si bien en México no existe una tendencia estigmatizadora de los juegos de apuesta como un problema o un vicio vinculado a personas inactivas o problemáticas, tampoco son considerados una actividad virtuosa.
Poco más de la mitad de quienes participaron en el estudio respondió que los juegos de apuesta y sorteo SÍ se encuentran regulados en las normas jurídicas; en contraste, más de dos de cada 10 respondieron que no, mientras que poco más de dos de cada diez dijeron no saber.
Respecto a la percepción sobre los casinos, casi seis de cada 10 encuestados (56.9%) dijeron que SÍ son legales, tres de cada 10 no supieron responder (29.1%) y sólo uno de cada 10 los consideró ilegales (11%).
La asistencia a los casinos es baja en el país. Menos de dos de cada 10 de los participantes en el estudio (16.4%) ha ido alguna vez. Ello se podría explicar en función de varios factores: las costumbres relativas a las diversiones y juegos de la población, al ingreso promedio de la mayoría pero, también, más recientemente, a la aparición de los juegos en línea.
Los juegos más practicados en el último año por los entrevistados, son aquellos que se pueden jugar en casa o con amigos, como la lotería tradicional mexicana, los juegos de cartas y algunos juegos tradicionales con rayuela, dados, cubilete o volado. El segundo tipo de juegos más difundido, según la Encuesta Nacional, es aquel que implica comprar un boleto, como la Lotería Nacional o los Pronósticos, seguido por las máquinas tragamonedas de uno o cinco pesos, que se hicieron famosas en la última década por proliferar en las tiendas, mercados y farmacias del país. En tercer lugar se encuentran los juegos que se celebran en las salas de juego, como casinos o salas de bingo. En los últimos lugares aparecen las quinielas, las apuestas en carreras de caballos, galgos, coches, así como el jaripeo y rodeo. Finalmente aparecen los telejuegos y las apuestas por Internet.
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Editó: @MaiaDigital www.cibelae.net