Los clientes de las loterías, y la sociedad en general, suelen desconocer las importantes contribuciones que estas instituciones realizan a distintos programas sociales, con un impacto real en la vida de muchas personas en situación de vulnerabilidad. ¿Cómo definiría la función social de las loterías?
Creo que es fundamental para todo país contar con una lotería estatal. En todo el mundo, las loterías tenemos una función social. Esa es nuestra misión. Somos instituciones creadas para brindar bienestar social a las personas más vulnerables en diferentes ámbitos. Debemos tener en claro esta perspectiva, para poder enfocarnos en la responsabilidad social. No somos un fin en sí mismo, no es simplemente tener bonitos juegos y que la gente pueda acceder a ellos -claro que sí-, pero no es el fin. El fin es poder generar recursos para el bien social y ahí empieza nuestro proceso de responsabilidad social, en poder generar recursos de una forma responsable para atender las necesidades que se hayan definido para cada lotería, porque cada país tiene un destino diferente de los recursos, casi siempre orientados a la parte de salud o educación o atención a la población vulnerable.
¿Cómo es en el caso de Costa Rica?
En el caso de Costa Rica, tenemos una gran cantidad de áreas que atendemos con la lotería. Por eso, el tema de la responsabilidad social que nos trae a estas jornadas de trabajo organizadas por Cibelae, es para mí fundamental, ya que nos da nuevas herramientas que nos ayudan a reforzar todas las acciones que hacemos desde la institución hacia la comunidad, no sólo en la generación de utilidades para apoyar programas de bienestar social, sino una gran cantidad de otras acciones que se hacen y que no las tomamos en perspectiva de que también son responsabilidad social. Estos días para mí han sido reveladores, gracias a lo que hemos compartido con los presidentes de loterías de los diferentes países que cubre Cibelae, escuchar lo que están haciendo y contarles nuestras experiencias. Esto nos abre un panorama de nuevas oportunidades.
Justamente, acabamos de firmar un convenio de cooperación con entre la Junta de Protección Social y la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA) para poder aprender mutuamente de lo que estamos haciendo en los diferentes ámbitos y, definitivamente, juego responsable y responsabilidad social son dos aspectos que van a estar más presentes que nunca en nuestros mensajes, acciones y planes estratégicos. (Leer más en https://cibelae.net/alea-y-la-junta-de-proteccion-social-de-costa-rica-renuevan-su-compromiso-mutuo-de-cooperacion-y-asistencia/)
Entre varias de las iniciativas que la JPS presentó en las Jornadas, una que llamó mucho la atención es el programa de viviendas para los adultos mayores, sobre todo en estos tiempos donde muchos expertos nos hablan de la soledad como una de las futuras pandemias que afectará sobre todo a la población de mayor edad. Al respecto, el programa que están trabajando, no es solo una casa, sino una vivienda colectiva, que asegura la tranquilidad de un techo pero también la alegría de sentirse acompañado, de vivir en una comunidad.
Ese programa es muy visionario. Existe en los Estados Unidos y en países de Europa. Las personas lo idearon, hacía más de diez años que estaban intentado impulsarlo en Costa Rica pero no encontraban quién apoyara la iniciativa. Está demostrado que las personas adultas mayores cuando viven en comunidad aumentan su expectativa de vida y su calidad de vida. Cuando me lo presentaron hace casi 4 años, me pareció genial. El gerente que estaba en aquel momento, reunió los fondos que necesitábamos para financiarlo, gracias a una devolución del Banco de la Vivienda. La Junta Directiva apoyó y aprobó el proyecto. Y así es como el 27 de mayo pasado, inauguramos 28 casitas, por ahora lo que es la infraestructura, solo resta el equipamiento. Son casitas pequeñas, de dos pisos accesibles por rampas y ligadas a un Centro Diurno donde los adultos mayores van a recibir toda la atención que necesitan: alimentación, terapias, ejercicios, atención médica y enfermería. Se trata de personas muy humildes, con necesidades, pero que se pueden movilizar y tienen independencia. El programa los va a ayudar a envejecer con dignidad, una política que se ha creado en Costa Rica y que desde la JPS contribuimos con recursos para poder hacer realidad este tipo de proyectos.
Actualmente, estamos trabajando para que se modifique la ley porque la JPS entrega al Banco de la Vivienda un 50% de las utilidades de la lotería instantánea (el otro 50% va al área de cuidados paliativos). Queremos que ese porcentaje que se destina a proyectos de vivienda, vaya al programa de viviendas comunitarias para adultos mayores. De hecho, tenemos un proyecto ya presentado de otra comunidad que quiere hacer algo similar, pero que además tenga un componente productivo, dónde los adultos mayores al frente de su casita van a poder cultivar tilapias, por ejemplo, y eso los puede ayudar tanto para mantenerse activos como para generar ingresos a partir de la vent.. Además, es la línea directriz que nos han dado desde el Consejo Nacional para el Adulto Mayor. El modelo de albergue donde la persona vive pasivamente está siendo reemplazado -cuando las condiciones lo permiten- por espacios que buscan fortalecer la autonomía de los adultos mayores a través de este tipo de viviendas. Y, desde la JPS, queremos apoyar este tipo de proyectos
