Creada en colaboración con el Centro Nacional de Ciberseguridad (CNCS), la campaña está dirigida a los usuarios de mayor edad (pero también a los trabajadores), y se basa en el uso de los refranes populares más conocidos y antiguos para transmitir varias precauciones que los usuarios de Internet deberían adoptar en su vida diaria.
La importancia de cambiar las contraseñas con frecuencia, no compartir los datos personales en Internet o desconfiar siempre de las peticiones de dinero realizadas a través de las redes sociales son algunas de las enseñanzas que se transmiten, haciendo uso de la sabiduría popular.