“Nunca me había tocado vivir una situación tan crítica como la del COVID-19”, dice Alfredo Mónaco, presidente del Instituto de Juegos de Azar de Neuquén (IJAN), quien ostenta una vasta trayectoria en el sector de las loterías: expresidente de CIBELAE, fue miembro del Comité Ejecutivo de la World Lottery Association y tres veces presidente de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA).
En la Argentina, por disposición del Gobierno Nacional, las loterías y los juegos de azar debieron suspender sus actividades al decretarse el aislamiento social, preventivo y obligatorio, con inicio el 20 de marzo de 2020. “Esta situación es muy crítica para todos los sectores: empresarios, red de ventas, la propia institución y el Estado provincial y nacional”, indica el presidente de IJAN.
Desde el inicio de la pandemia, las loterías estatales de Argentina se mantuvieron en contacto permanente a través de ALEA, lo que posibilitó que cada lotería fuera encontrando una ayuda a su situación. “La primer medida consistió en tratar de salvar los ingresos mínimos del sector para poder hacer frente a los costos fijos. En el caso de la Lotería de Neuquén, se le adelantó un porcentaje de las comisiones a la red de venta y se consiguió un préstamo a bajo costo para aquellos que lo necesitaran con el fin de que pudieran enfrentar sus obligaciones”.
Una nueva fase
El 9 de mayo se cumplieron 50 días de confinamiento en la Argentina. Las condiciones del aislamiento se han ido progresivamente flexibilizando para algunas actividades y regiones. “Ya se está comenzando a habilitar algunas actividades comerciales, por lo que estamos trabajando para que la red de ventas pueda volver a prestar servicios prontamente”, asegura Mónaco.
“Debemos tomar este proceso como una lección, porque todo lo que viene va a ser muy distinto. Vamos a tener que adaptarnos a esta nueva que creo nos va empujar a todas las loterías de Argentina a trabajar en forma online los distintos juegos. Creo que es la mejor decisión que podemos tomar”.
Para Alfredo Mónaco, el juego online no representa una amenaza sobre el juego presencial, sino todo lo contrario. “Nos permitirá avanzar sobre nuevos segmentos de la población, lo que se traducirá en nuevos clientes y un crecimiento mayor para nuestras instituciones”, asegura.